Marketing que conecta: Transformando el turismo de reuniones

El turismo de reuniones ha dejado de ser una simple industria de eventos para convertirse en un espacio de conexión estratégica entre personas, ideas y propósitos. En un entorno donde los destinos compiten no solo por infraestructura sino por experiencias memorables, el marketing MICE (Meetings, Incentives, Conventions and Exhibitions) se consolida como una herramienta que transforma encuentros en oportunidades de valor.
El marketing que conecta no se centra únicamente en la promoción de productos o servicios, sino en diseñar experiencias integradas que reflejen identidad, sostenibilidad y compromiso social. La convergencia entre comunicación estratégica, relaciones públicas y responsabilidad empresarial se convierte en la base para generar confianza, fidelidad y proyección internacional.
El turismo de reuniones, en su esencia, busca crear vínculos genuinos entre personas y territorios. En este contexto, el branding emocional desempeña un papel clave. No se trata solo de logotipos o slogans, sino de construir una historia compartida que despierte emociones. Un ejemplo es el Centro de Convenciones de Costa Rica, cuyo concepto “Pura Vida Meetings” combina hospitalidad, sostenibilidad y bienestar, proyectando la identidad nacional hacia el mundo.
A la par, las relaciones públicas con propósito fortalecen la reputación institucional y promueven un diálogo ético con las comunidades, los medios y los aliados estratégicos. Cuando un evento integra acciones como inclusión laboral, educación ambiental o promoción cultural, deja de ser un simple encuentro corporativo para transformarse en una herramienta de desarrollo sostenible.
El componente digital amplía estas posibilidades. Las experiencias digitales integradas permiten conectar antes, durante y después de un evento. Plataformas, transmisiones en vivo y estrategias de marketing 360° facilitan la interacción global sin perder el toque humano. En Costa Rica, esta combinación de tecnología y sostenibilidad ha impulsado la proyección del país como destino líder en turismo de reuniones, articulando esfuerzos entre el sector público y privado.
Por otra parte, la responsabilidad social emerge como el alma del turismo MICE. La implementación de buenas prácticas (como la gestión de residuos, la eficiencia energética o el apoyo a proveedores locales) convierte los eventos en ejemplos de
coherencia y compromiso. La sostenibilidad ya no es una opción, sino un eje transversal de competitividad. Comunicar estas acciones con transparencia genera empatía y confianza en los públicos, fortaleciendo la reputación de los destinos y las marcas.
Finalmente, la innovación y la comunicación estratégica hacen del marketing una disciplina viva, capaz de adaptarse a los cambios. Hoy, los eventos más exitosos incorporan aplicaciones interactivas, narrativas inmersivas y herramientas de análisis que permiten medir el impacto real de cada acción. Más allá de las métricas, lo importante es comprender cómo el marketing logra conectar emociones, inspirar decisiones y generar experiencias significativas.
Para concluir, el turismo de reuniones representa una oportunidad para repensar la forma en que las personas se encuentran, aprenden y colaboran. El marketing que conecta no busca vender una idea, sino compartir una visión: la de un turismo responsable, innovador y humano, donde cada evento deja una huella que trasciende.
Este contenido fue desarrollado con el acompañamiento académico del Lic. Franco Gomez Ugalde docente de la Facultad de Ciencias Empresariales y Hospitalidad de la Universidad Latina de Costa Rica.