La Importancia de la Nutrición y la Lactancia Materna para el Bienestar del Bebé

La nutrición juega un papel fundamental en el desarrollo y bienestar de un bebé desde sus primeros días de vida. Una de las formas más naturales y beneficiosas de proporcionar los nutrientes esenciales que el bebé necesita es a través de la lactancia materna.
La lactancia materna es un acto de cuidado, que fortalece el vínculo entre la madre y el recién nacido, mientras provee una alimentación óptima para su crecimiento y desarrollo, por eso es importante tomar en cuenta la técnica a la hora de alimentar al amamantar:
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Postura de la mamá
Asegúrate de que tu espalda esté cómoda y con apoyo, hombros relajados. El bebé se posiciona frente a la madre a una distancia adecuada.
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Postura del bebé
El cuerpo del bebé, debe estar pegado a la madre, formar una línea recta sujetando cabeza y espalda, permitiendo así, que el mentón y punta de la nariz rocen la piel del pecho.
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Posición acostada:
La madre se coloca acostada de lado junto con el bebé, con cuerpos frente a frente y pegados. Cuando el bebé abre la boca la madre puede acercarlo al cuerpo empujándole por la espada con suavidad para facilitar el agarre.
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Agarre del seno
La boca del bebé debe de estar bien abierta donde tome la mayor cantidad de areola inferior, labios evertidos y mentón siempre pegado al pecho al momento de la succión.
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Succión de la leche:
Se confirma al observar que las mejillas del bebé sean redondas durante la alimentación, así como una deglución audible.
La lactancia materna promueve la recuperación posparto, ya que ayuda al útero a contraerse y disminuye el riesgo de hemorragias. También es beneficioso para la madre, ya que ayuda a reducir el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer, como el de mama y ovario.
De ahí la importancia de seguir consejos como:
- Mantener la higiene de los pechos y uso de sostén adecuado.
- Evitar utilizar cremas y lociones.
- Evitar el uso de chupetes o biberones. De ser necesario, utilizar una jeringa y seguir con el pecho a demanda.
- Dar de mamar por la noche produce una mayor descarga de prolactina, por tanto, se genera más leche.
- No esperar a que el bebé llore para amamantar.
- Vigilar los signos de no adaptación a la lactancia.
La leche materna es el mejor alimento para niños y niñas durante sus primeros 6 meses de vida, proporciona todos los nutrientes necesarios y fortalece el sistema inmunológico del bebé. La leche materna es fácil de digerir, lo que ayuda a prevenir problemas digestivos comunes en los lactantes. Además, se ha demostrado que los bebés amamantados tienen menor riesgo de desarrollar alergias, asma y obesidad en la infancia.